Empezaremos diciendo que el Yoga Dinámico es una práctica de esta disciplina físicamente intensa y retadora. Se basa en la práctica de series aeróbicas de asanas que se suceden de forma fluida a través de la respiración. Es decir, combinamos la realización de posturas de manera rápida con una respiración lenta y controlada.
En este sentido, podemos afirmar que, como sucede en el Yoga tradicional la base del Yoga Dinámico se centra en las posturas coordinadas con la respiración.
Y ¿qué beneficios aporta la práctica de esta actividad? En primer lugar, aumentarás tu flexibilidad, pero además te permitirá tonificar diferentes zonas musculares. Igual que en la práctica común de Yoga, aprenderás a controlar mejor tu respiración, lo que ayuda a aliviar tensiones y a, por ejemplo, mejorar la concentración.
Además, favorece la relajación y ayuda a tener un conocimiento más profundo de uno mismo, aumentando la fuerza de voluntad y la confianza en ti y en tus capacidades.